Ante este tipo de obstáculo "natural" se debe tener especial precaución. Caerse en el agua puede acarrear no sólo pérdida de tiempo y acabar mojados, sino también graves averías mecánicas.Tanto es así que se daba el caso que muchos de los pilotos del mundial te cuentan la misma anécdota.
Stephan Peterhansel, uno de los pilotos más técnicos de la historia del enduro, vencedor en dos ocasiones del mundial, seis París-Dakar en moto y una en coche, siempre se bajaba de la moto para cruzar un río. No se trataba de inseguridad, sino de que tenía mucho que perder y poco que ganar en el agua.
Si existe alternativa, es mejor evitar los pasos de agua, recordad la acción de Peterhansel y muchos expertos del enduro. Cruzar muy deprisa puede ser muy vistoso, sin embargo el tiempo que se pierde limpiando las gafas y todo el agua que nos cae encima puede que no compensen, a menos que deseemos que nos saque una espectacular foto.
Es preferible siempre perder unos pocos segundos y analizar la situación que meterse en el agua por cualquier punto. Incluso entrar primero andando. Es mejor mojarse los pies que el cuerpo entero. Además con el ejercicio, ese agua helada en algunos casos, que se a colado en nuestras botas, se calentará y ni notaremos los pies mojados ... hasta que lleguemos a nuestro destino.
La cosa cambia ligeramente si ya conocemos el lugar. Bien porque hemos pasado con anterioridad o porque está en una crono que hemos estudiado a pie. En cualquier caso, tanto el paso de los pilotos, como los cambios de la metereología, como puede ser el incremento de la lluvia, pueden variarlo en ocasiones de un modo sorprendente y en un espacio muy corto de tiempo.
Podemos haber pasado mil veces por el vado de un río y de repente, por una tormenta o una tromba de agua puede cambiar y mucho. Por tanto debemos aprender a "leer en el agua". Hay una serie de claves que nos pueden rebelar qué hay debajo de ella.
Las huellas de las "entradas" y "salidas" del paso nos pueden revelar muchas cosas, facilitándonos la elección de la trazada. Ambas son igual de importantes, nos pueden complicar bien la entrada o la salida, por la presencia de fango, más pegajoso y menos adherente que la arena, o la presencia de rocas, resbaladizas casi siempre por el agua y las algas o musgo.
Debemos llevar el peso en la parte de atrás, de ese modo, tendremos mayor tracción y la suspensión delantera se bajará menos y trabajará mejor, manteniendo la dirección más ligera, por lo que los cambios de trayectoria serán más fáciles. Si podemos pasar de pie nos mojaremos menos que si lo hacemos sentados.
La agilidad encima de la moto es vital para ir compensando los movimientos inesperados de un lecho que, por lo general, no veremos con claridad, donde por tanto, las reacciones de la moto son un tanto imprevisibles. El caso de ríos y de charcos es diferente, por tanto empezaremos por los primeros.
En los ríos y arroyos:
1.- La zona más ancha del río suele ser la menos profunda.
2.- En los meandros de los ríos (curvas) el lado interior suele tener mayor profundidad, ya que es el que soporta mayor erosión.
3.- Los remolinos y zonas con espuma indican la presencia de rocas y pozas de agua.
4.- Las piedras y rocas de los ríos son redondeadas y suelen estar muy resbaladizas por la presencia de algas y lodo. Conviene pasar entre ellas, por las "V" que forman, en vez de hacerlo por encima, ya que el neumático resbalará menos y apoyará más la huella.
5.- Estudiar la dirección de la corriente. Es mejor que nos ayude que convertirla en un enemigo. Si es posible, seguir una trayectoria en diagonal a favor de ella, aunque tengamos que remontar un poco por la orilla en dirección contraria a la corriente.
6.- Si nos han precedido otros vehículos es posible que dejen huellas de su paso. Si han pasado ellos, ese puede ser un lugar seguro para hacerlo nosotros.
7.- Cuando el lecho del río tiene fango o arena, deberemos cruzar a mayor velocidad y con una marcha más larga, sin brusquedades, para que nuestra rueda escarbe lo menos posible. Iniciar la entrada deprisa, acelerando antes donde tenemos tracción. No dudar en el borde del agua.
8.- Cuando la orilla del río presenta un escalón vertical puede que en ese punto tenga una poza más profunda.
9.- El lugar ideal para pasar será el que presente menos desniveles.
10.- Si hay tal cantidad de agua que nos impide ver la profundidad, es mejor desmontar de la moto y cruzar antes a pie para inspeccionar mejor el río y a zona a atravesar. Sin miedo, total mojarnos nos vamos a mojar de todos modos. Si tenemos a mano algún palo o rama para ayudarnos incluso mejor. Recordad que, siempre es mejor salir nadando con la moto en la orilla, que con ella en el fondo del río.
11.- Donde el agua va más rápido suele haber menos profundidad y piedras o cantos rodados, en las zonas más profundas y más lentas suele haber fango.
12.- Después de una roca, en la dirección de la corriente, el agua suele excavar una zona más profunda que debemos evitar.
Foto2: Aquí se aprecia con claridad cómo la rueda aparta el agua, circunstancia que debemos aprovechar, tanto la nuestra propia como si nos precede alguien.
En el próximo capítulo entraremos en cómo pasar los charcos y en qué hay que hacer si nos caemos con la moto al agua.
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