Si algo agradecemos los endureros, sobre todo en firmes resbladizos, es la suavidad en la entrega de potencia. Si además al retorcer el mango “siempre” tenemos CaVallos, con “V” estaremos ante la combinación perfecta.
Desde que probé la primera Husaberg, una 501 del ya lejano 2001, siempre he tenido una especial afinidad con esta marca, tal vez se deba a que la moto de mis sueños de juventud, la Bultaco Frontera Mk-11 tenía los mismos colores, aunque el azul un poco más claro. Es posible e incluso lo más probable que la razón sea más bien técnica. Son unas máquinas 100% endureras en una marca que solo se dedica al enduro, aunque también haga versiones supermotard.
La combinación de colores con el chasis amarillo, desde nuestro particular punto de vista, ha conseguido las Husaberg más bonitas de la historia.
De entrada apreciamos un equipamiento de altura, con cubrecarter de plástico, protecctores de chasis, los obligatorios cubremanetas, idénticos a los de KTM pero en blanco y negro, incluso en el panel de instrumentos llevamos indicador de reserva de gasolina.
Este año la tija superior, anodizada en negro, es más resistente y ligera, estando realizada una vez más en aluminio. Sobre ella el habitual manillar Neken sin barra, de forma muy ergonómica. El conjunto abraza la fantástica horquilla White Power de cartucho, lo mejor que podemos encontrar en este momento en el mundo del enduro. Toda una delicia por su sensibilidad y capacidad de absorción en todo momento.
El amortiguador trasero, de la misma marca WP y montado sobre el PDS, responde perfectamente al tren delantero, sin desmerecer en ningún momento.
Llegamos al depósito, situado bajo el asiento desde que llegó la nueva configuración de motor (cilindro inclinado), que pasa del gris anterior al blanco traslúcido, permitiendo ver el nivel de gasolina.
Conviene recordar que la novedosa disposición del motor, iniciada en el 2010, centra el movimiento del pistón de modo paralelo al chasis, acercando este movimiento al recorrido “ideal” que va desde la pipa de la dirección hasta casi en linea recta al eje trasero. Todo ello repercute en la fantástica tracción de que hacen gala las TE en toda su gama.
El motor no incluye palanca de arranque, algo que mientras no nos quedemos sin batería, prometemos no echar de menos. Tampoco nos quejamos cuando nuestro coche no incluye manivela de arranque, ya que arranca siempre a la primera si todo es correcto.
En cuanto al peso, declara 114 kg., como una 450 de las ligeras, puestos a pedir no nos hubiera importado que fuera más liviana. No es que se note pesada, pero si la comparamos con otras mecánicas de dos tiempos o inferiores cilindradas, si influye, sobre todo en las zonas más reviradas, donde las inercias tienen mucho que decir.
Una vez terminada la descripción sacamos la Husaberg a la calle. Brrrrr! qué frío, iun buen reto para el arranque, pero nada, un solo toque al botón y el motor se pone a ronronear cono un gatito grande. El starter automático facilita la operación, actuando hasta que la moto alcanza la temperatura ideal de funcionamiento.
Apretamos en embrague Magura, dotado de maneta retráctil, y como en modelos anteriores apreciamos buen tacto y progresividad, del mismo modo el cambio responde como de costumbre, con un escalonamiento de marchas ideal para esta moto.
La ya comentada progresividad en la entrega de potencia se hace patente desde las primeras pistonadas. Si a ello sumamos una excelente subida de vueltas, tenemos moto para todos los gustos. Rodar a ritmo de excursión resulta pues muy cómodo, mientras que si tenemos ganas de marcha esta TE390 responde de modo contundente, parece cómoda en cualquier régimen.
Vamos que si se te queda corta o una de dos, o entras entre los 10 primeros del campeonato de España de E2 o eres un fantasma.
Hay potencia para dar y tomar, admitiendo una conducción con marchas largas, “jugando a la goma” es decir sin cambiar de marcha, aprovechando tanto los bajos como la estirada del motor. Si queremos retorcer el mango, el “rugido de Thor”, el mítico dios de la mitología vikinga, que parece llamarnos desde la caja de filtro, nos anuncia que esta enduro sabe correr pero mucho. Mientras esto ocurre una sonrisa se dibuja en nuestros labios: ¡que bien va esta Husaberg!
En las zonas más reviradas, pese a tener tamaño y tacto de “moto grande” se defiende pero que muy bien, cambiando de apoyo con facilidad.
Superar con ella las zonas más rizadas resulta sencillo, hacer “volar” la rueda delantera sobre baches y pedruscos, resulta sencillo, ya que lleva más peso en el tren trasero, con lo que facilitamos el trabajo de la suspensión y de nuestros siempre sufridos brazos.
Mención aparte merece la horquilla, posiblemente la mejor que equipa una enduro de serie. La WP de doble cartucho resulta ejemplar, digna de envidia para cualquier otra marca. Se lo come todo sin rechistar.
Incluso nos atrevimos a rodar con ella en un circuito de motocross, entre un enjambre de motos sin faro, desde luego en ningún momento la 390 se sintió fuera de lugar, saliendo de los ángulos más cerrados con una limpieza y poderío ejemplares.
En las subidas más fuertes y empinadas, siempre encontramos ese algo más que les falta a mecánicas algo más pequeñas, permitiendo incluso errores con el cambio y el gas. Siempre hay potencia de sobra, pero sin asustar en ningún momento.
Llegando a las zonas más trialeras, en un principio, los 114 kg. en vacío de esta moto intimidan un poco, aunque es de las más ligeras entre cilindradas semejantes, el llevar el depósito bajo el asiento hace que más de uno piense que puede resultar difícil de mover si nos quedamos enganchados.
Aquí debemos hacer una puntualización las “asas” del depósito, si bien son de agradecer, hacen que si intentamos mover la moto desde ese punto nos resulte pesada, ahora bien, cuando esto sucede, todos los endureros, en todas las motos, recurrimos a la parte trasera del guardabarros, por una razón lógica, es desde donde mejor se maneja.
Por suerte o no, el caso es que durante la prueba de la moto no hemos tenido ocasión de comprobarlo. No nos hemos quedado enganchados nunca, la próxima vez que caiga en nuestras manos subiremos el listón.
Trepar con esta moto por las trialeras resulta, al menos para nosotros, de lo más sencillo, uno se siente apoyado por las cualidades de esta mecánica, reparto de pesos, tracción, motor dócil, etc.
Puestos a soñar, que para eso es gratis, le pediríamos mayor ligereza y como siempre un precio inferior, pero de un cosa podéis estar seguros, sea cual sea vuestro nivel y exigencias, con esta Husaberg TE390 brillaréis a gran altura y además os cansaréis mucho menos que con otras motos. Seguro.
