Como principales novedades, a nivel mecánico está la adopción nuevos reglajes en la horquilla Kayaba de cartucho cerrado, que incorporan también otros modelos de la marca, así como el nuevo encendido Ducati Energia, responsable directo de una respuesta más suave del propulsor, incorporando además un nuevo termostato.
A nivel estético, el chasis pasa del blanco al negro, e incorpora nuevos guardabarros, incorporando el trasero, piloto de led’s, algo muy apreciado en el enduro, ya que las vibraciones en este punto acababan muy pronto con las bombillas, en esta y en todas las marcas.
Los plásticos reciben una nueva gráfica haciendo aún más bonita la estampa de este modelo, que parece seguir un camino diferente respecto a la estética de sus hermanas TE511 y TE 449.
Como es habitual, los acabados son buenos, los plásticos Polisport encajan perfectamente. Las tapas laterales del depósito siguen recibiendo quejas de los más altos, que no es nuestro caso, al molestar algo cuando se lanza la pierna hacia adelante al anticipar una curva. Hay quien soluciona este problema con una pistola de calor aplicada a buena distancia, doblando las puntas, pero si uno no es un manitas, mejor dejarlas tan bonitas como son de origen.
En cuanto a los frenos siguen siendo Brembo, mordiendo discos Braking, de 260 mm. delante y 220 mm detrás, mostrando un buen comportamiento en toda circunstancia.
El motor de 249,3 cc. sigue siendo prácticamente el mismo, con una alfa fiabilidad y una buena capacidad de respuesta en toda la curva de potencia. Está alimentado por un carburador Mikuni TMX38. Algo que no nos ha gusta sin embargo es la palanca de arranque, de corto recorrido y que para los más bajos resulta incluso incómoda de accionar, algo que nos hace echar de menos un arranque eléctrico, ya presente en la mayoría de las marcas y que no dudamos será incorporado en versiones posteriores.
Como cada día nos volvemos más exigentes, es justo reconocer que cuanto te quedas parado en una trialera, en una posición de ésas en las que deberías medir 2’30 metros de altura para poder accionar el dichoso pedal, darías tu alma por poseer tan preciado botón de arranque. Todo llegará.
El embrague por cable presenta un buen tacto y comportamiento a lo largo de toda la prueba, lo mismo que el accionamiento de la caja de cambios de cinco velocidades. Está sobre un manillar Magura, anodizado en negro con una buena posición general. Sobre él se encuentran los cubremanetas en plástico negro.
Como la moto está casi sin estrenar, lo primero que hacemos es colocar los mandos a nuestro gesto, es decir, en la posición correcta: con las manetas ligeramente inclinadas hacia abajo, de ese modo el brazo, nuestra muñeca y las manetas siguen la misma línea, si tener que colocarlas en posiciones antinaturales, algo que hacen mal muchos pilotos con manías extrañas. Del mismo modo recolocamos la palanca de cambio, pues la encontramos un tanto baja, como en una moto de carretera. Debe ir situada de modo que nos permita insertar marchas de pie, sin movimientos extraños.
Pasando a la prueba dinámica, tiramos del starter, obligatorio en estos días de otoño, donde apreciamos lo comentado de la palanca de arranque. Una vez alcanzada la temperatura óptima de funcionamiento insertamos la primera y nos ponemos manos a la obra.
Lo primero que notamos es que, seguramente a lo poco rodado del motor, la subida de vueltas no es todo lo limpia que desearíamos. Es probable que como es habitual en los primeros kilómetros, los mecánicos haya optado por una carburación un pelín más grasa, con el fin de asegurar la mecánica, factor que penalizará un tanto nuestra prueba.
A pesar de ello, percibimos un motor con buenos bajos y una gran dosis de energía en la parte alta de la curva de revoluciones, donde la moto nos muestra una energía desbordante. Es sin duda un motor vigoroso, que causará las delicias de los pilotos más deportivos, , trabajando muy bien incluso a altas revoluciones, momento en el que en muestra cara se dibuja una sonrisa de "niño travieso y juguetón".
Referente a la parte ciclo ¿qué se puede esperar de una Husqvarna? Cuando escribo esto recuerdo la primera vez que probé una, una TE610, excelente referencia en su tiempo, de la que me sorprendió su aplomo y bondades. Desde entonces esa máxima se ha respetado al máximo, es casi el sello identificativo de la marca, pero aún hay más, los chasis actuales de la marca giran con facilidad, proporcionando una gran confianza en todo tipo de situaciones.
Estamos por ejemplo ante una bajada de esas que te hacen dudar, con una cuantas rocas grandes y sueltas, aderezadas con un profundo surco que parece haber elegido ir cruzando de modo continuo tu trazada ideal, pero estás tranquilo, tu Husqvarna te da una seguridad increíble, para ir saltando de uno a otro lado, con toda confianza, lo que te hará ir mucho más rápido y seguro.
Como me dijo en una ocasión el gran técnico Joseph Rovira Paxau, alma-mater de las trialeras de Sherco, lo fundamental de las motos de off-road es que “la bicicleta” funcione a la perfección, solo así sacaremos partido al motor, sea bueno o malo.
En zonas rizadas y muy rotas o bacheadas, el conjunto de suspensiones, muy bien compensadas para nuestro peso y estilo de conducción, el conjunto responde muy bien. Si debemos cambiarlas, como toda suspensión de buena factura, permite múltiples posibilidades, es más seguro que cuando tengan más kilómetros mejorarán aún más en su sensibilidad, algo de agradecer por todo endurero.
Cuando llegan las curvas rápidas el chasis de acero al cromo molibdeno es fiel a su genética, aún con la presencia de baches, raíces y rocas, mantiene siempre la compostura y la trazada de un modo fiel. Podemos ir quinta a fondo sin otra preocupación que seguir por el mejor lugar posible.
En la zonas más ratoneras y tramos de bosque la agilidad brilla también a gran altura, cambiando de dirección de un modo casi telepático. Una combinación de cualidades que no parece tan fácil de conseguir.
Pese al pequeño fallo de carburación de fácil resolución, el conjunto resulta de gran eficacia, no dudamos que estamos sin duda ante una de las mejores partes ciclo del mundo del enduro. El conjunto de la Kayaba con el excelente reglaje del Sachs trasero complementan este aspecto hasta llegar al sobresaliente.
Para terminar, podemos decir que esta Husqvarna, que no aporta grandes novedades, sigue estando plenamente vigente, aunque se rumorea que la marca, auspiciada por la casa matriz BMW, puede volver de nuevo la vista hacia su gama 2T a la vista de la evolución del mercado, donde parece que todavía tienen mucho que decir, solo basta ver el trabajo de otras marcas y las sorprendentes apuestas tecnológicas de las novedades de este año OSSA y JTG, que parecen apostar por nuevos y sorprendentes caminos. Seguro que Husqvarna acepta el reto de buen grado, para mantenerse siempre en los lugares que más le gustan: los primeros puestos del podium.
