Especial mención a los integrantes de Moteros del Sur Ecologista que realizaron más de 1.200 km. para acudir al evento. Un diez para ellos, son todo un ejemplo.
Hubo profesionales, como Angel Cuesta, gerente de ACM que no dudó incluso en cerrar su tienda y taller. Además de su gran afición, el Enduro, defiende su puesto de trabajo y el de sus empleados.
Por supuesto la presencia de medios de comunicación especializados fue alta, como debe ser. Los demás sinceramente desconocemos si hicieron algo, a título personal no he visto ninguna repercusión en ellos.
Faltó la presencia de muchos federativos, más acostumbrados y aficionados a salir en la foto con nuestros campeones que a mojarse en defensa de nuestro deporte y quienes lo practicamos.
Lo que resulta del todo chocante, de seguir así las cosas nosotros perderemos nuestra afición a golpe de multa, pero lo suyo será más grave, perderán su puesto de trabajo, o más bien en este caso deberíamos decir su poltrona, ya que como tal lo utilizan.
En ocasiones se defienden con el argumento de que responden por sus federados, muchos de los cuales resultan incluso multados cuando entrenan. Si no cuidan el deporte de base las licencias seguirán bajando, las cifras de participantes en competición igual y el desánimo acabarán con nuestro deporte mientras se desentienden del problema, siendo precisamente ellos los que debieran trabajar para fomentarlas.
¿Para cuando una licencia verde? ¿Por qué no se trabaja para conseguir una reglamentación que nos permita practicar? ¿Cómo es posible que otros deportes, a priori menos compatibles con el medioambiente lo consiguieron hace años y nosotros no? Los cazadores y golfistas nunca sienten amenazado su deporte y el nuestro parece sentenciado.
Por ello toda parte implicada debe moverse todo lo que pueda y más. No vale eso de " es que me pillaba mal" si todos hacemos eso no quedaremos colas manos vacías por culpa de una reglamentación injusta que la propia administración se salta a la torera cuando le da la gana, pero que no duda en aplicarla con todo rigor sobre nosotros.
Resulta indignante que nos coloquen una multa en medio de un Páramo de nulo valor ecológico cuando poco después se convierte en un centro comercial (M-50 entre las Rozas y Majadahonda).
Que cruzar un arroyo se convierta en un delito y en la zona de Villanueva del Pardillo se haya modificado a golpe de excavadora, siendo entubado en varios puntos.
Que nos prohiban circular por los caminos del valle de Neira de Rey (provincia de Lugo, cerca de Becerreá) y debido a una concentración parcelaria descontrolada se haya arrasado más del 50% de los árboles, en muchos casos centenarios. Cosas de esta ocurren de mano de la misma Administración que nos emplea como cabeza de turco, contando además con la indiferencia e incluso la alegría de muchos que colocan la etiqueta de ecologistas.
El ver cómo la propia Administración se salta a la torera toda normativa ecológica para luego emplear sus recursos en nuestra persecución o más bien represión, precisa de una respuesta contundente por nuestra parte. Ya no vale aquello, de “como nunca me han pillado”, porque tarde o temprano lo harán.
Los Agentes Forestales se aplican con particular saña, pues consideran más divertido dar gas a sus 4x4 en nuestra persecución que realizar el trabajo por el que en realidad reciben su salario, que es proteger el medio ambiente.
Muchos se defienden diciendo “es que es la Ley y hay que cumplirla”, bajo ese argumento se han realizado a lo largo de la historia las más grandes canalladas e injusticias. Se trata de una Ley que ni siquiera ellos son capaces de cumplirla ya que no está avalada por ningún estudio.
Sí se ha convertido en cambio en un instrumento represor de las dos ruedas. En todas la culturas, épocas, razas y religiones existen gente que siente una especial predisposición a poner su bota encima del cuello de todos aquéllos que osan ser diferentes. Lamentablemente, en los tiempos que corren parece que a nosotros, todos los motoristas nos ha tocado la china.
Tráfico, ya sin salir del asfalto, cada día lo pone más difícil, con un escalado de carnets cada vez más absurdo y complejo. Mientras cualquier niñato inexperto puede llevar un vehículo de más de 200 CV.
Con la excusa de “salvar nuestras vidas”, lo van complicando todo dañando un sector que bastante tiene con salir de la crisis, en cambio las rayas blancas de la calzada siguen causando accidentes y víctimas sin que muevan un dedo.
Los tiempos de quejarse en círculos cerrados han terminado, hay que tomas una postura “militante” y movilizarse ante la organización de cualquier evento. No solo debemos hacerlo a título individual, hay que conseguir que nuestros amigos, compañeros de salidas e incluso nuestras familias no apoyen en estas iniciativas. O nos movemos o nuestro deporte desaparece.
