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Técnica de pilotaje de Enduro. Curvas. 3ª Parte

Analizamos los distintos tipos de curvas y las diferencias de la técnica a emplear en cada caso. También mostramos cómo aprovechar los peraltes que pueden formarse en las curvas.
Técnica de pilotaje de Enduro. Curvas. 3ª Parte
Julien Gauthier en una revirada sección de la segunda especial de los ISDE de Portugal.
Curvas lentas

Se trata de curvas con ángulos más cerrados. En ellas lo principal es no perder velocidad y colocar la moto de tal modo que podamos acelerar cuanto antes.

Para ello, además de lo descrito antes, es fundamental anticipar la frenada. Si llegamos pasados de frenada, demasiado deprisa, nos podemos salir y acabar en el exterior, con lo que el ángulo será mayor todavía y giraremos peor. Incluso perderemos inercia y el motor no responderá como debe.

La acción del freno delantero, se acompaña de un suave toque al freno trasero. El objetivo es hacer derrapar la rueda trasera para girar la parte posterior de la moto, como si pivotase sobre el tren delantero. En cuanto la moto está ligeramente inclinada, este toque unido a la inercia que ya tenemos, nos colocará justo en la posición adecuada de cara a la salida y a la siguiente curva.

Así, colocaremos la moto mucho más rápido en la posición que nos permita acelerar cuanto antes en el punto exacto. Se trata de una operación que requiere el máximo tacto y coordinación, ya que si frenamos en exceso, podemos llegar incluso a calar la moto. Hay pilotos que llegan a apretar ligeramente el embrague para evitarlo.

Esta técnica, muy empleada en supercross, requiere práctica para adquirir el tacto necesario. Cuando lo consigamos, nuestro paso por curva será mucho más rápido. La elección de la marcha adecuada también influye en el comportamiento de la moto en la salida de este tipo de curvas. Se deberá probar cuando estemos entrenando cuál es la más adecuada para nuestra moto, nuestra velocidad y nivel de pilotaje.

Si se ha formado una rodera, una vez están ambas ruedas dentro de ella, se puede acelerar sin contemplaciones, la moto irá sobre raíles, como si estuviésemos en un tobogán. Es muy importante entrar en ella desde el principio, no por el medio. Así podemos acelerar antes y de un modo más suave, sin frenarnos en ningún momento.

La excepción viene cuando en el inicio de una rodera se han formado baches, que nos harán ir botando y perjudicando la tracción, e incluso quedarnos algo parados. En ese caso, es preferible meterse en la rodera cuando ya no los haya.
Técnica de pilotaje de Enduro. Curvas. 3ª Parte
Curvas rápidas

La posición, como norma general, será de pie, con el tronco, repetimos de nuevo, formando esa posición en forma de cuatro con la moto.

Es preferible ir de pie, ya que cualquier bache o irregularidad del terreno puede descabalgarnos. Es como si nos fueran dando patadas en el trasero, mayores cuanto más profundas sean las ondulaciones. Sólo nos sentaremos si no hay baches.

Además, si vamos de pie, la presión sobre las estriberas, añadida a nuestro propio peso, nos ayudará a controlar tanto la tracción como el movimiento de la moto, cambiando una mayor presión de una a otro según necesitemos cambiar de dirección, bien porque la trazada lo necesita o porque deseamos evitar algún obstáculo.

Aunque requiere más equilibrio, nos dará mucha mayor libertad de movimientos y ayudaremos más a la moto a amortiguar los obstáculos.

Se debe optar por una marcha larga, así tendremos mucha más tracción. El gas, como siempre, deberá ser manejado con la máxima suavidad.

Para este tipo de conducción trataremos de que la moto esté lo más vertical posible. De este modo tendremos mayor adherencia, ya que la huella del neumático es mayor en la parte central del mismo que en los laterales, transmitiendo mejor toda la potencia de nuestro motor.

La presión sobre las estriberas en aceleración flexionando ambas rodillas, una vez más, cobra gran protagonismo. Cuando empezamos a hacerlo el resultado nos sorprenderá, ¡es como si nuestra moto tuviera muchos más caballos!
Técnica de pilotaje de Enduro. Curvas. 3ª Parte Los peraltes

Con el paso de los pilotos, debido al apoyo de las ruedas e incluso en otros casos, a la forma del terreno, se irán formando peraltes.

Dependiendo el tipo y la consistencia del terreno, podemos apoyarnos con confianza, romperlo intencionadamente o no fiarnos de ellos. No es lo mismo un barro consistente que uno muy resbaladizo y de arena suelta y seca.

Los peraltes son un lugar ideal para apoyarnos en las curvas y aprovechar toda la potencia de nuestra moto a la salida de la curva. Si podemos elegir, siempre trataremos de ir por el de dentro de la curva. Cuanto mayor sea nuestra inercia más rápido iremos.

Hay que tratar de entrar en el peralte desde el principio, para aprovechar el apoyo en toda su longitud. De lo contrario, la moto impacta contra el peralte, en ese momento se hunden de golpe la suspensiones y nos encontraremos unos instantes detenidos, perdiendo tiempo. Además, al perder en ese momento inercia, las suspensiones se extenderán, con lo que tendremos tendencia a salirnos del peralte hacia afuera.

Es muy importante meter bien la rueda delantera en el peralte. Si nos salimos a la parte superior del mismo podemos salirnos de él e incluso caer. Una vez se le ha cogido el truco las plegadas serán memorables. No está de más, como ya señalamos en el artículo correspondiente, que en arena, sobre todo si está seca, los peraltes pueden crear falsos apoyos y ceder a nuestro paso, provocando con ello un fallo o una caída.

Foto 2: Juha Salminen, haciendo gala de una técnica impecable en esta curva rápida sobre resbaladiza hierba. Presiona de pie sobre ambas estriberas para aumentar la tracción. A un tiempo desplaza el tronco hacia el manillar, disminuyendo así el peso y por tanto las inercias en la parte trasera, con lo se la moto seguirá la trazada deseada.

Foto 3: Pese a su corpulencia, David Knight nos muestra cómo está en continuo movimiento sobre la moto, consiguiendo en todo momento que siga la trayectoria ideal.

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